Recientemente, aprovechando el periodo de vacaciones, me reuní con algunos de mis amigos del liceo con los cuales hablando de una cuestión y otra, y sobretodo por el ambiente de las olimpiadas, llegamos a recordar algunas de las series de nuestra infancia. Y como era de esperarse, la mayoría mencionó Super Campeones, también conocido como Captain Tsubasa, como el anime de deportes de su infancia; y cuando mencioné algunos otros como Slam Dunk, Eyeshield 21 o Hajime no Ippo, tan solo uno de mis amigos conocía uno de estos.

Aunque al igual que todos mis amigos mi primer anime de deportes o spokon (género de anime deportivo) fue Captain Tsubasa, este no me marcó en lo más mínimo, pues jamás despertó en mí ningún deseo de jugar ningún deporte, cosa que sí hizo The Prince Of Tennis, o El Príncipe del Tenis en español, anime que trasmitían en Animax cuando tenía unos 14 años.   

El Príncipe del Tenis es una producción de 178 episodios, con tres especiales, una película y una continuación de 13 episodios titulada The New Prince Of Tennis; todo a cargo del estudio de animación Production I.G, conocida por animar la serie y películas de Ghost In The Shell, y creada por el mangaka Takeshi Konomi.

Este anime nos sitúa en alguna ciudad de la región de Kantou de Japón y nos narra la vida de Ryoma Echizen, quien acaba de llegar de los Estados Unidos para jugar contra los mejores jugadores juveniles de tenis de Japón y conseguir derrotar a su padre, quien es una leyenda del tenis profesional de Japón. Para esto Ryoma se une al club de tenis Seigaku, donde se encuentra un grupo de jóvenes cuya vida entera gira entorno al tenis y su mayor ambición es llegar al torneo nacional de tenis.

De plano la serie no ofrece nada interesante, pues no tiene demasiado sentido ver deportes animados cuando en la vida real se puede ver a profesionales de carne y hueso o se puede practicar el deporte en cuestión, sin embargo la manera en la que es presentada la historia y sus personajes atrapa con facilidad al espectador; y aunque sí se centra en partidos de tenis, nos ofrece tramas bastante más allá del simplemente ser mejor jugador que el otro, como historias de superación personal, reformación o valores como la amistad y el compañerismo.

Uno de los aspectos débiles de este anime, es que en cuanto a animación no ofrece secuencias de acción lo suficientemente buenas para algo tan dinámico como el tenis, valiéndose del típico mano, pelota, corte; y siendo este el único momento donde se puede dar a ver una animación destacable. Las demás escenas son buenas contando con un dibujo y animación decentes; al igual que la música, la cual solo cumple con ambientar correctamente las diferentes eventualidades. 

En cuanto a los personajes, en el eje central de una historia como esta, están todos los integrantes necesarios para un buen equipo deportivo, teniendo cada uno de ellos una manera de jugar particular y especializándose cada uno en algo distinto. También cumple con los clichés del spokon, como lo son el prodigio, Fuji; el genio táctico, Inui; el violento perseverante, Kaidoh; el fuerte y tonto, Momochiro; el raro, Kawamura; el hiperactivo, Kikumaru; el carismático, Oishi; Dios en la tierra,  el capitán Tezuka; y finalmente el protagonista, que bien suele ser un novato que se esfuerza para ser mejor al estilo de un shonen (demografía juvenil del anime) de pelea, o un novato que ya juega mejor que profesionales (algo típico en este género del anime). A nivel deportivo se compensan los unos a los otros en el equipo y también se relacionan de buena manera fuera de la cancha, resolviendo situaciones externas al tenis.

Para mí este es uno de los mejores animes spokon, aunque debo confesar que no he visto más de siete. Pero no lo digo porque ofrezca buenas animaciones o esté muy apegado a la realidad, ya que no lo está; o que simplemente me de nostalgia, sino porque realmente logra incorporar muy bien al tenis como factor de desarrollo social y profesional, permitiendo también las interacciones de factores ajenos al deporte, aunque normalmente todas terminan en un partido.

La única queja que tengo sobre este anime, es que el hecho de que Ryoma no ofrece una evolución de personaje notoria, siendo el típico personaje soberbio y callado del anime, que pasa a ser el típico personaje soberbio y callado del anime... con amigos. Además apenas se le ve perder un par de veces, por lo que se vuelve aburrido y predecible, dejándolo de lado y convirtiendo a los demás miembros del Seigaku y sus contrincantes en el centro de atención del espectador. Sin embargo, no dejo de recomendar este anime para los fanáticos del spokon que aún no lo hayan visto, o para aquellos que quieran ver un anime de deportes por primera vez.