Trolls

Por: Gabriela De Atouguia -
@gbyxd77

¿Recuerdan esos muñequitos desnudos con largas cabelleras, que estuvieron muy de moda en los 70s, 80's y comienzos de los 90's? Pues, unos cuantos años más tarde, el equipo de DreamWorks Animation decidió traerlos de vuelta con una película animada llamada Trolls, dirigida por Mike Mitchell Walt Dohrn, con guion de Jonathan Aibel y Glenn Berger.

En un mundo de Trolls y Bertenos

La película nos cuenta la historia de los Trolls, unas pequeñas criaturas optimistas, coloridas, felices y cariñosas; y de sus enemigos, los Bertenos, unos terroríficos, feos y pesimistas monstruos que creen que solo pueden ser felices comiendo Trolls.

Al comienzo, los Bertenos tenían cautivos a los Trolls  y cada cierto tiempo hacían una festividad donde procedían a comérselos, siendo este "el día feliz del año"; pero los Trolls lograron escapar, terminando así totalmente con "la felicidad" de la ciudad de los Bertenos.


20 años después de ese suceso la hija del rey, la princesa Poppy (Anna Kendrick), hace una estruendosa fiesta para conmemorar la fecha, sin hacer caso a las advertencias del precavido Ramón (Justin Timberlake). Por lo que en medio de la celebración, son sorprendidos por la aterradora bertena Chef (Christine Baranski), quien secuestra a varios de los amigos de Poppy incluyendo a su adorado Arroyín (Russell Brand), para llevarlos al príncipe berteno Grisel (Christopher Mintz-Plasse).  Debido a esto Poppy, con ayuda de Ramón, comienza un viaje a Pueblo Berteno para rescatar a sus amigos.


Por otro lado, también veremos la historia paralela de Bridget (Zooey Deschanel), una bertena que trabaja como sirvienta en el palacio y que está enamorada en secreto del príncipe Grisel.

La verdadera felicidad está por dentro

Una de las cosas más destacables de esta película es lo visual. No cabe duda de que DreamWorks ha ido mejorando considerablemente en ese aspecto desde sus inicios con Shrek.

El efecto que lograron con todas las texturas es increíble, desde los diferentes tipos de papel y fieltro recreados en las escenas de las historias con recortes narradas por Poppy; hasta el algodón del cuerpo de Nube (Walt Dohrn). 


Además, el uso de los colores es alucinante. Generalmente, las escenas más coloridas son aquellas protagonizadas por los Trolls, ya que está en la naturaleza de estos personajes ser de ese modo. Pero debo admitir que la escena en la que más me gustó su uso, fue en la que Poppy le canta a Ramón la aclamada The Sound of Silence, debido a su gran contraste. 


Aunque personalmente no encasillaría a esta película como un musical, hay que comentar que cuenta con un par de números musicales, principalmente conformado por fragmentos de nuevas versiones de temas destacados de los 80's como True Colors,  The Sound of Silence, Total Eclipse of the Heart y Hello. Además, cuenta con música instrumental compuesta por Christophe Beck y la canción CAN'T STOP THE FEELING! de Justin Timberlake, que tiene todas las intenciones de convertirse en la nueva Happy.

Si hubo algo que no me agradó demasiado, es que en la versión en español algunas canciones fueron dobladas y otras no. Honestamente creo que debieron dejarlas todas en un solo idioma. Pero supongo que el hecho de que Belinda doblara a Poppy y Aleks Syntek a Ramón, tuvo algo que ver.


En cuanto al guion, creo que DreamWorks no asumió demasiados riesgos con Trolls, pues en el fondo es una historia bastante convencional. Aunque si la recomendaría, en especial para ver en familia, debido a su mensaje principal: No necesitas de nada para ser feliz, pues la verdadera felicidad se lleva por dentro. 

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