Little Witch Academia

Por: Gabriela De Atouguia -
@gbyxd77

El estudio japonés de animación, Trigger, ha alcanzado recientemente una gran popularidad gracias al éxito de la serie Kill la Kill. Sin embargo, en el año 2013, antes de que la serie se hiciera muy conocida; el estudio participó en la edición de ese año del Anime Mirai (parte del Young Animator Training Project, financiado por la agencia gubernamental de cultura de Japón, con el objetivo de apoyar a los animadores jóvenes).

El resultado de dicha participación, fue un cortometraje de 26 minutos, dirigido por Yoh Yoshinari, titulado Little Witch Academia.

Para la sorpresa de muchos, Little Witch Academia, gustó bastante al público (tanto dentro, como fuera de Japón) y un par de años más tarde, en el 2015, se logró financiar una secuela de 53 minutos dirigida por el mismo Yoshinari, a través de crowfunding en Kickstarter. También, se publicaron dos mangas cortos y actualmente se prepara una serie de anime a estrenar en el 2017.

Recientemente, tuve la oportunidad de ver tanto el corto original como su secuela (gracias, Netflix); pero antes de dar mi opinión sobre ellos, les contaré de qué trata cada uno. 

Little Witch Academia


Akko Kagari, es una chica normal que de niña quedó maravillada con el espectáculo de magia de la bruja Shiny Chariot. Decidida a seguir los pasos de Chariot, se inscribe en la academia de jóvenes brujas, Luna Nova.


Akko no tarda en descubrir que dentro del mundo de la magia Chariot no es muy respetada. Sobre todo cuando su rival, Diana, la mejor estudiante de la academia, se lo deja muy claro.


Pero en lugar de rendirse, Akko decide continuar creyendo en Chariot y esforzarse (a pesar de ser una pésima estudiante), con ayuda de sus amigas Lotte y Sucy, para dejar el nombre de su ídolo bien en alto. La oportunidad perfecta aparece cuando la academia le asigna a las estudiantes una búsqueda de tesoros dentro de una especie de calabozo habitado por criaturas míticas. 

Little Witch Academia: The Enchanted Parade

Esta secuela se desarrolla poco tiempo después de lo ocurrido en el primer cortometraje. Akko, Lotte y Sucy nuevamente tienen problemas con las clases, por lo que la bruja directora de la academia les asigna una tarea para compensar varios de los desastres causados por las tres chicas.


Dicha tarea consiste en organizar un desfile/festival en el pueblo cercano a la academia, que conmemora a las brujas atrapadas por la inquisición. Para ello, deben trabajar junto a otras tres alumnas problemáticas: Amanda, Constanze y Jasminka. 

Rápidamente Akko toma las riendas del asunto y decide inspirar la temática del festival en los espectáculos que hacía Shiny Chariot, cuando ella era niña.


Pero las cosas realmente se complican cuando, por un error del alcalde de la ciudad, despierta un antiguo guerrero de piedra durante pleno desfile. Por lo que las chicas, deberán ideárselas para derrotar al monstruo.

El misterio de Shiny Chariot

A pesar de que, en ambos cortometrajes, el personaje de Shiny Chariot es nombrado y tomado como referencia numerosas veces, es muy poco lo que llegamos a conocer realmente de ella. Claro que, nos dan varias pistas sobre su verdadera identidad, pero todavía no se ha explicado nada en concreto. Supongo que cuando se estrene la serie de anime, esa será una de las temáticas que se tocarán.


En cuanto al resto del contenido me parece que las historias están muy bien trabajadas a pesar de su corta duración, teniendo una gran cantidad de momentos de comedía y acción, sin llegar a caer en lo repetitivo. Además, durante los dos cortometrajes, es fácil tener empatía por los personajes. 

Debo admitir que, en algunos momentos, los cortos se me hicieron algo similares a la saga Harry Potter, supongo que por aquello de estar dentro de una academia de magia.


A pesar de que el diseño de los personajes y criaturas, a nivel de dibujo, es bastante sencillo; la animación de estos dos cortometrajes me pareció excelente. El diseño de los fondos y escenarios, al contrario de los personajes, es bastante detallado, logrando que todo luzca muy bonito estéticamente. 

Además el soundtrack, compuesto por Michuru Ōshima, termina de darle un toque mágico a los cortometrajes, haciendo que estos realmente valgan la pena. 


En conclusión creo que si tienen la oportunidad de ver alguno de estos dos cortometrajes, deberían hacerlo, sobre todo si son fanáticos del género mahō shōjo (magical girls). 

El contenido de ambos cortos es bastante sano por lo que puede ser visto sin problema por menores de edad; y si tienen Netflix, pueden disfrutar tanto de la versión doblada al español como la subtitulada.

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