¿Sean Bean cazador de brujas?: Black Death (2010)

Por: G. J. Jiménez -
@superrockman 

"—¿Puedo preguntarte cómo murió tu esposo?  
—Lo mató un hombre como tú-
—¿Un hombre cómo yo?
—Un hombre de Dios" 

Una película de hace ya varios años atrás, en la que se trató uno de los males que asoló a Europa, la Peste Negra. El director, Christopher Smith, es un hombre de poca trayectoria en lo que se refiere a su portafolio cinematográfico, pero esto no fue condicionante para el resultado final.

Algo interesante que podemos encontrar en este film es que no solo el director es poco conocido, el guionista, Darío Poloni, apenas tiene un título de mediano valor en el año 2006: Wilderness. La experiencia es un valor indiscutible y podría poner en una posición incómoda a Black Death.


Superando los contras, tenemos la participación de Sean Bean, donde interpreta a un personaje nada innovador, el típico paladín que lucha y mata en nombre de Dios; aun siendo un personaje diferente la interpretación nos recordará a Boromir y, al más reciente, Eddad Stark.

El protagonista, porque no, no es Sean Bean, es Eddie Redmayne, quien para entonces ya tenía cierto camino y hoy día lo hemos visto en Les Miserables o en Theory of Everything. Redmayne tendrá que llevar la carga de ser un novicio y estar enamorado, en una época donde la muerte estaba en cada esquina. En otro lugar, veremos a Carice van Houten, una mujer que tiene en su haber una larga lista de películas y que tiempo después estaría partipando en la reconocida serie, Games Of Thrones.


La historia está muy bien lograda, mantiene una buena sincronía con la época, donde trata a los miedos, las costumbres religiosas y como veían, desde un punto de vista religioso, aquella muerte negra. Mantiene una estructura estable en la narración, aunque al final se extiende un poco para dar a conocer sucesos posteriores.

El vestuario en este tipo de filmes tiene gran importancia, y no fue descuidado, incluso podemos llegar a ver, en un momento muy corto, los famosos médicos de la peste con sus máscaras.

El presupuesto, se evidencia desde el comienzo, no fue uno de los fuertes, pero lograron combatir con esto. La fotografía está muy bien, con una apariencia gris que te da la sensación de estar en un ambiente apocalíptico donde el hombre está perdido. Es notable la gran cantidad de escenas donde se siente el cámara en mano, trabajo bien realizado para la dificultad que representa en algunas escenas. 

Lo mejor: la historia, que en un principio te introduce en la, muy conocida, lucha entre Dios y el demonio, mientras avanza te deja una serie de reflexiones sobre los mitos de la Peste Negra.

Lo peor: no estamos hablando de El nombre de la rosa. Pero aunque disfruté de la película, no se puede caer en sobrevalorarla.

Llegué a ella buscando otros films en que se tocarán temas similares y después de verla, puedo recomendarla para aquellos que se sientan interesados en temas como la inquisición, peste negra o brujería. También puede que les interese saber como termina esta historia para Sean Bean, ¿Será que adivinan?...

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