Un golpe con estilo


Por: G. J. Jiménez -
@GJjimenezG

Rara vez inicio recomendando, pero solo el elenco ya debe dar una idea de que no se trata de una comedia más para llenar la cartelera, sino de un trabajo dedicado en hacer reír con "estilo".

Morgan Freeman, un hombre que trae recuerdos de grandes y no tan grandes películas, formará parte de esta historia, junto con al extrañado Alfred en la saga de Nolan, Michael Caine; y, Alan Arkin, quien hará de cada frase y escena una excusa para liberar estrés. Y también tendrás las breves pero valiosas apariciones del famoso Christopher Lloyd, conocido por su papel como el Dr. Emmet Brown en Back to the Future.

Así, de entrada, si deseas descansar de un día difícil y regresar con una sonrisa a casa, esta película es una grandiosa elección, podrías dejar de leerme e irte «a tu sala preferida».

La necesidad como causa común


Hablando un poco de que va la cosa, Joe, interpretado por el actor Michael Caine; es un hombre de tercera edad a quien le llega la famosa "carta amarilla" que avisa que puede perder su vivienda. Y aunque trata de llegar a algo con el banco, todo se ve imposible y empujado a dar con la forma de no recibir "la roja", para evitar que su nieta e hija se queden sin un techo.

Como las cosas malas llegan juntas, él y sus dos amigos, Albert (Alan Arkin) y Willie (Morgan Freeman), se enteran que no van a recibir la pensión en los próximos días, lo que hará agravar la situación que los impulsará a pensar en la posibilidad de hacer algo poco usual: robar un banco.


Para ello, Joe deberá convencer a sus amigos y planificar cómo lograr aquel arriesgado acto, sin terminar sus últimos años de vida tras una celda,

Más allá de la risa


Sin duda, las actuaciones, los diálogos y las situaciones en las que se verán sumergidos los personajes, serán el mayor atractivo de la historia. 

No, aquí no se trata de efectos especiales ni grandes explosiones. Todo es una serie de sucesos encadenados, que llevarán a estos tres hombres a cruzar la línea de la ley para tener una mejor vida.

Algo importante es la posibilidad de cuestionarlo todo, los bancos y el dinero han sido motivo para decisiones duras y decepcionantes, todo acto tiene una consecuencia, sobre todo cuando usualmente suelen olvidar lo que sienten los afectados, sus sueños, metas, conflictos, enfermedades. 

Este film logra tocar la mayoría de esos puntos pero es prioritario cuidar la justificación de lo indebido. Creo que la gran mayoría ha soñado con robar un banco para resolver sus vidas, pero un buen porcentaje (por suerte) sabe que es un sueño incorrecto y los riesgos que significa cometer un acto de este tipo.



Puede que lo único que me deje con un punto negativo de esta cinta está ahí, en el hecho de justificar aquello fuera de la ley, obviando los méritos del trabajo y de la capacidad del hombre para buscar soluciones en la adversidad. La importancia del mensaje final, en cualquier medio de difusión es fundamental, al ser su proyección de un determinado contenido, de gran escala.

Fuera de ese argumento, hay que destacar a Alan Arkin por el buen papel que realiza y el gran rato que te dejará esta película.

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