Sin nada que perder (Hell or High Water) es una película policiaca tipo western moderno, dirigida por David Mackenzie y escrita por Taylor Sheridan.

Este film cuenta la historia de los hermanos Toby (Chris Pine) y Tanner Howard (Ben Foster), quienes  luego de que fallece su madre comienzan a robar bancos con la intención de salvar la granja familiar y dejársela como herencia a los hijos de Toby. 

Como es de esperarse, luego de los primeros asaltos, comienzan a ser perseguidos por la policía, en especial por los rangers Marcus Hamilton (Jeff Bridges ) y Alberto Parker (Gil Birmingham). 

Para ser honestos, la historia no es demasiado innovadora y ya a mitad del film somos capaces de "adivinar" cómo terminará todo. 

Sin embargo, si hay algo que me gustó de esta película fue la forma en la que se le dio dimensión a cada personaje. Toby, el personaje de Chris Pine, es un pobretón divorciado que busca desesperadamente la forma de darle una mejor vida a sus hijos y que después de descubrir que hay petróleo en la granja familiar, es capaz de hacer lo que sea para dársela a sus hijos, por lo que le pide ayuda a su hermano Tanner. 

Tanner por su parte, tuvo una mala relación con su madre y acabó estando un tiempo en la cárcel por haber cometido varios crímenes. Por otro lado tenemos al ranger Marcus, quien se encuentra a punto de jubilarse en contra de su voluntad; y a su compañero, Alberto, un ranger más joven descendiente de indios comanche y mitad mexicano. 

Aunque esta película cuenta con 4 nominaciones al Oscar (incluyendo la categoría de Mejor Película), debo admitir que es una de mis menos favoritas. Aunque realmente no es mala, no me pareció que fuera algo  demasiado memorable. 

Sin embargo, las actuaciones hacen que valga la pena verla. Además, si son fanáticos de las películas tipo western, seguro la amarán por su estética y banda sonora.