Para mí, Star Trek comenzó con unos pocos capítulos de Next Generation, pero la verdadera fiebre por esta franquicia fue gracias a J.J. Abrams y su reboot del 2009. Algunos lo llaman herejía trekkera, otros la aplauden por hacer rentable a Star Trek otra vez. Sea cual sea la opinión de los fans, el reboot de Trek ha producido dos secuelas y una serie que se estrenará en 2017.

Star Trek: Beyond (Sin límites, en Latinoamérica) es la tercera entrega del reboot iniciado por J.J. Abrams, esta vez dirigida por Justin Lin, que gracias al primer tráiler del filme y su previo trabajo en una de las películas de Rápido y Furioso (eww), no fue muy bien aceptado. No obstante, Lin prometió una Star Trek con más ciencia ficción de lo que se mostró en el primer tráiler y, en mi opinión, lo logró bastante bien. Obviamente, todo blockbuster tiene sus detalles y no escapan al ojo de los fanáticos.

Para empezar, a diferencia de sus dos antecesoras, Star Trek Beyond no abre con una desenfrenada escena de acción. Rompiendo la sensación a refrito y la fórmula que se ha repetido en algunas películas populares modernas. Aquí James T. Kirk (Chris Pine) se muestra más cansado tras 3 años de expedición en el espacio inexplorado. Además, los lazos entre los miembros de la tripulación del Enterprise han cambiado; algunos para mejor, otros para peor. 

La relación que venía formándose entre Spock (Zachary Quinto) y Uhura (Zoe Saldana) está pasando por un momento difícil que hará a Spock considerar abandonar a la tripulación, sobre todo luego de la inesperada muerte del Embajador Spock (Leonard Nimoy). Casi al mismo tiempo, Kirk también piensa en dejar de ser Capitán, pues considera que nunca podrá estar al nivel de su padre. Pero antes de que ambos terminen de tomar una decisión, son enviados a una peligrosa misión donde son atacados por una nueva y avanzada especie alienígena que logra destruir el Enterprise y dejar a la tripulación atrapada en un planeta desconocido.  Aquí es donde conoceremos a Jaylah (Sofia Boutella), una nueva aliada de la Federación; y a Krall (Idris Elba), un enemigo más de la Federación. 

Un punto positivo de esta película, es que se le dio mucho más protagonismo a otros miembros de la tripulación, especialmente a Scotty (Simon Pegg), Bones (Karl Urban) y a Chekov (Anton Yelchin), quienes realizaron acciones de mucho más peso para el desarrollo de la historia que en las dos películas anteriores. Además, se exploraron otras dimensiones de los personajes fuera de la tripulación, como la homosexualidad de Sulu (John Cho).


En general, todas las actuaciones son muy buenas, y esta vez le dieron más escenas juntos a Kirk, Spock y Bones; que como siempre, tienen buena química en pantalla, tal como esperaban muchos fans de ambas generaciones de Star Trek.

Por desgracia Krall, el villano original de Beyond, no es muy bien desarrollado. Por supuesto, Idris Elba hace lo mejor que puede a pesar de su corta aparición. Por otra parte, su motivación es exactamente la misma de Nero (Eric Bana) y Khan (Benedict Cumberbatch), los villanos de los títulos anteriores, que tienen en común su odio y deseo de venganza hacia la Flota Estelar.

Debido al 50 aniversario de la franquicia y a la reciente muerte de Leonard Nimoy, está película incluyó muchos guiños que apuestan a la nostalgia (especialmente dirigida los fanáticos de la serie original).

En cuanto al aspecto visual, el director Justin Lin viene con nuevas propuestas, prácticamente eliminando el "lens flare", aquel efecto de luminosidad en la cámara que caracteriza al director J.J. Abrams. Hay tomas muy llamativas y los efectos visuales son de alta calidad. La versión de Lin de la velocidad Warp es muy atractiva y se diferencia de lo que Abrams había propuesto en sus dos películas de Trek. Afortunadamente, los cambios estéticos no hacen sentir al espectador como si estuviese viendo una saga diferente, sino que más bien rescata el aire a Star Trek clásico.


Por otra parte, el guión no fue gran cosa. Si bien hay buenos diálogos y excelentes tomas, no siento que Beyond sea la más memorable de este nuevo universo de Star Trek. Si bien Into Darkness fue criticada por su exceso de acción y su refrito del villano Khan, dicha película contó con muchas escenas de impacto que no hay en Beyond, desgraciadamente.

La música de Michael Giacchino, como siempre, es de altísima calidad y muy memorable. Esta vez tomó más del soundtrack de la serie original y lo unió al collage de nostalgia que fue Star Trek: Beyond. No obstante, creo que Into Darkness también tiene una banda sonora muy superior y mucho más movida y visceral que en la nueva entrega.


Justin Lin hizo un buen trabajo directoral y creo que podría hacer una excelente secuela si mejoran los detalles de guión que hubo en Beyond. Esperemos que, de haber una futura entrega, exista un villano (Klingons, por favor) con una motivación diferente y que lo haga distinguir de Nero, Khan y el más reciente, Krall. A pesar de todo, no puedo dejar de recomendarla si disfrutas el sci-fi o te gusta el nuevo universo Star Trek.