El Conjuro 2: De Amytiville a Einfield


Por: G. J. Jiménez -
@superrockman 

En el año 2005 me topé con The Amytiville Horror, una película que me generó curiosidad por los sucesos paranormales, sobre todo por aquellos que dicen estar basados en la vida real. De algún modo, este suceso marcó una tendencia en la cultura norteamericana, ya son varias las películas, antes y después del 2005, que tocan o hacen referencia al tema, incluyendo un documental.

El Conjuro (The Conjuring), en su segunda entrega, inicia con el caso de los DeFeo y los Lutz, donde la protagonista Lorraine Warren, interpretada nuevamente por Vera Farmiga, termina afectada por aquella experiencia y busca alejarse de los casos, aunque su esposo, Ed Warren, papel en el que también repite el actor, Patrick Wilson; no estará muy seguro de esa decisión, al contrario de la primera entrega.  

Aquí la película toma un sentido interesante, ya que la pareja no tiene la credibilidad de antes, la explosión mediática le ha dado participación a los críticos que buscan probar que todo es una farsa, algo con lo que tendrán que lidiar. Así, dos historias, la de los Warren y la familia Hodgson, se cruzarán en Einfield, Londres. 


Viviendo una situación económica difícil, Peggy Hodgson (Frances O'Connor), una madre abandonada por su esposo, tiene que mantener a sus cuatro hijos: Margaret Hodgson (Lauren Espósito),Janet Hodgson (Madison Wolfe), Johnny Hodgson (Patrick McAuley) y Billy Hodgson (Benjamin Haigh). Su hija, Janet, luego de una experiencia fallida con la Ouija para saber sobre su padre, empieza a tener experiencias desagradables con algún ente desconocido. Esta situación llevará a los Warren a viajar, aunque con pocas ganas, a Londres, donde se desarrollará la historia.

El guión logra cubrir las expectativas, agregando ciertos momentos de humor que ayudarán al espectador a relajarse para poder aguantar dos horas de mucha tensión. La estructura es muy parecida a la primera entrega, aunque está llena de más emociones. 

El escenario principal, la casa en Einfield, muestra la difícil situación que sobrelleva la familia como un valor muy bien situado a la puesta en escena, un lugar deteriorado por la falta de mantenimiento, paredes agrietadas, víctimas de la humedad y el tiempo. La fotografía cumple con su trabajo dando lo acostumbrado en este género, bien apoyada por el vestuario. el maquillaje y el ambiente europeo de la época. 


Las actuaciones logran sus objetivos, destacando Madison Wolfe y Franes O'Connor, sin dejar de lado a Vera Famirga.

La dirección es uno de los elementos que más destaca; cada escena en el film tiene una intencionalidad, no dejando espacios de relleno. James Wan logra una nueva historia bajo su tutela que no se queda en ser una película más de terror, en ella tendrás pocos momentos para respirar y muchos para no querer dormir.

Solo me queda la preocupación de que este trabajo se transforme en lo que degeneró a Saw (El juego del miedo), siendo Wan quien estuvo detrás; pues  en este momento ya está en producción Annabelle 2, lo que nos dice que tendremos más de estas historias relacionadas con los Warren.


Para cerrar, si viste la primera, no te apures por retirarte de la sala y disfruta de los créditos finales con el material documental sobre el caso de Einfield contrastado con el de la película.

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