Si bien Shadow of Mordor es un videojuego que tiene un buen tiempo en el mercado (ya que fue lanzado en el 2014), no fue sino hasta comienzos de este año que tuve la oportunidad de jugarlo.  

Desarrollado por Monolith Productions y distribuido por Warner Bros. Interactive Entertainment; este juego de rol y acción en tercera persona, está basado y ambientado en el universo de fantasía épica creado por J. R. R. Tolkien.

La historia, tiene lugar entre los hechos ocurridos en El Hobbit y La comunidad del anillo (primera parte de la trilogía de El Señor de los Anillos). Nuestro protagonista, Talion, es un montaraz de Gondor que es asesinado junto a su familia por La Mano Negra de Sauron y que a través de un ritual posterior es unido al espíritu de un antiguo guerrero elfo, conocido como el Espectro (quien es, nada más y nada menos, que el mismísimo Celebrimbor, forjador de los Anillos de Poder). 

Como lectora de las novelas de Tolkien, me resultó bastante interesante que se citaran o recordaran algunos hechos ocurridos en El Silmarillion a lo largo del juego; y que además, se usaran varios de los personajes reconocidos de la saga, como el muy querido (u odiado) Gollum. 

Uno de los aspectos que más resaltan del juego, es que este tiene un mundo abierto que te permite pasear (bien sea a pie o encima de alguna criatura) a lo largo de todo Mordor, derrotando múltiples enemigos, cazando y recolectando información o plantas medicinales. Además, tendremos la libertad de ir resolviendo las misiones principales a nuestro propio ritmo cuando deseemos activarlas, dándonos así la oportunidad de realizar un montón de misiones (generalmente de batallas) secundarias y desafíos que nos ayudarán a subir de nivel o a encontrar mejoras para nuestro personaje. 

A lo largo del juego, nuestros enemigos principales serán los orcos y uruks de diferentes rangos (y creanme, hay una GRAN cantidad de ellos, pues nunca dejan de aparecer). La jugabilidad, en teoría, es muy sencilla (si han jugado previamente la serie Batman Arkham o Assassin's Creed, esta les resultará muy familiar), tendrás la oportunidad de atacar cuerpo a cuerpo con tu espada y daga; y además, podrás atacar a distancia utilizando un arco y algunos poderes sobrenaturales que te brindará el Espectro. Pero no todo es tan sencillo como parece, ya que básicamente nuestro personaje (o nuestros personajes, si tomamos en cuenta al Espectro) desde un principio está muerto por lo tanto somos incapaces de morir como tal. La dificultad está en que este juego se guarda automáticamente y cada vez que somos derrotados por algún enemigo, estos crecen en poder, ya que cuentan con su propio sistema de jerarquías y no hay forma de volver atrás.  

Personalmente me parece que es un buen y entretenido videojuego, que a pesar de su complejidad y sus fallas, vale la pena y que puede gustar en especial a aquellos que sean fanáticos o seguidores del universo creado por Tolkien.