También conocida como Corazón de Campeón, es un spin-off de la serie de películas de Rocky siendo esta la séptima entrega, la cual es la primera en no ser escrita por Sylvester Stallone, sino por su director Ryan Coogler junto a Aaron Covington. 

En lo personal, me considero fanático de Rocky, pues he visto todas las películas en varias oportunidades. Por esta razón me preocupé por ver Creed apenas llegara a mi país, ya que en realidad no esperaba mucho de esta película por ser una más de Rocky, una historia más que desgastada.

La película se centra en Adonis Creed, un hijo bastardo del ya fallecido Apollo Creed, quien es adoptado por la viuda del mismo e intenta seguir los pasos de su padre convirtiéndose en campeón mundial, aunque no desea ganar su fama a costa de su nombre, por lo que lo cambia a Donnie Johnson,  el apellido de soltera de su fallecida madre biológica, y viaja a Philladelphia para entrenar bajo la tutela de Rocky. Sin embargo, al llegar a Philladelphia, Rocky se rehúsa a entrenarlo para evitar que termine como su padre, muriendo en el cuadrilátero.

A pesar de esto, Donnie comienza a entrenar por su cuenta en el gimnasio donde Rocky comenzó, que ahora es mucho más moderno y concurrido por aspirantes al boxeo profesional. Rocky, por su parte, va a visitar la tumba de su esposa y mientras se sienta a su lado expresa sentirse solo y cansado, por lo que decide visitar el gimnasio donde, después de unas palabras, decide entrenar a Donnie, quien ha comenzado una relación con su vecina.

Luego de unos meses entrenando a Donnie, consiguen su primera pelea profesional, de la cual saldrá ganador. Mas el entrenador de su contrario revela a los medios de comunicación la relación de Donnie con Apollo, alertando así al mundo del boxeo del que comienzan a llamar mini Creed.

Gracias a esto, el manager del actual campeón mundial de boxeo en su división, Ricky Conlan, quien enfrenta problemas económicos luego de estar en la cárcel debido a problemas de manejo de la ira, se interesa en Donnie para una pelea de exhibición antes de retirarse del boxeo.

Donnie y Rocky deciden aceptar la propuesta,  aunque Donnie deberá usar su nombre real para llamar la atención y generar mayor audiencia. El campeón, sin embargo, no está contento con el arreglo de su manager, pues dice que Donnie no está a su altura y no es un boxeador de verdad y que simplemente es un truco publicitario por su apellido.

Durante el entrenamiento previo a la pelea, Rocky demuestra estar en mal estado de salud, por lo que Donnie lo lleva al hospital, donde le revelan que tiene cáncer del mismo tipo del cual sufrió su esposa Adrian. Rocky decide ocultarlo pues no desea recibir el tratamiento, sin embargo Donnie lo descubre y finalmente Rocky lo ofende llevándolo a salir del gimnasio furioso.

Donnie es detenido por golpear a varios hombres, en un concierto de Bianca por llamarlo mini Creed, y tras discutir en la comisaria y posteriormente en su casa, Donnie convence a Rocky de tomar la quimioterapia y aceptar recibir su entrenamiento.

Ambos, junto a Bianca, viajan a Liverpool, Inglaterra, donde Donnie es agredido por Ricky Conlan durante la rueda de prensa. El día de la pelea, Donnie recibe un regalo de su madre, los shorts a rayas rojo, azul y blanco de su padre, pero estos, además de tener "Creed" estampado en la parte frontal, en la parte posterior tiene "Johnson". Así, Donnie se dispone a darlo todo en su gran pelea.

Luego de unos primeros esfuerzos y de recibir un gran daño de parte de Conlan, Donnie es derribado en el penúltimo asalto. En ese momento tiene una visión de su padre peleando, la cual lo hace levantarse. Para el asalto final comienza a sonar el clásico tema de Rocky, y Donnie logra derribar a Conlan en el último segundo del asalto. Sin embargo, Conlan se levanta y suena la campana, la decisión favorece a Conlan, que se acerca a Creed y le demuestra su respeto diciéndole que es un gran boxeador como su padre. Los comentaristas concluyen diciendo que Conlan ganó la pelea, pero la noche la ganó Creed.

Al final, de vuelta en Philladelphia, Donnie y Rocky suben las inolvidables escaleras del museo de arte donde Rocky solía correr, mirando hacia el futuro desde lo alto.

Realmente me gustó la película, aunque como dije al principio, ésta es parte de una serie de películas con una historia que, para mí, perdió su esencia después de Rocky II. Sin embargo, como película se separa del resto y es muy buena.

Al ser escrita por alguien diferente a quien ha escrito las anteriores, hubo ciertas cosas que me desagradaron, tales como que Rocky revela que la pelea a puerta cerrada entre Apollo y él, al final de Rocky III, la gana Apollo cuando Rocky lo derrotó previamente sin haber recibido mayor y mejor entrenamiento.

Otro factor que tampoco me agrado, fueron las escenas románticas entre Donnie y Bianca, las cuales me parecieron muy aburridas, al contrario de las escenas de Rocky y Adrian. Además, algunas de las escenas entre Rocky y Donni, carecen de fuerza dramática y diálogos en sí, aunque en las películas de Rocky este no es el factor fuerte, si han logrado mejores momentos en el pasado.

Aunque no me considero un experto en cine, la cinematografía me pareció buena, excepto por algunas ocasiones donde se reprimieron de usar tomas largas e hicieron cortes y saltos rápidos de cámara, disminuyendo la intensidad que debieron haber transmitido las peleas.

La música y las escenas en general no me convencieron del todo, pues la mayoría de la música y los eventos tienen relación con la cultura moderna de los raperos y motociclistas de los barrios estadounidenses, cosa que no me agrada mucho, sin embargo no es un factor negativo, simplemente es mi opinión.

Apartando todo esto, la película logró aprovechar el factor nostalgia a su favor y realmente logra tener escenas buenas y es bastante entretenida, por lo que la considero una muy buena opción para ver en el cine.