Crimson Peak: No es una historia de fantasmas
Por: G. J. Jiménez
@superrockman -
Algunos anuncios indicaban que Del Toro volvía para aterrorizarnos como en aquella ocasión lo hizo con el Espinazo del Diablo, el mismo nos hablaba de una historia de "romance gótico y fantasmas" pero solo a través de un diálogo de Edith Cushing (Mía Wasikowska), nos daría a conocer la verdadera esencia de La Cumbre Escarlata: "No es una historia de fantasmas, es una historia con un fantasma." Y yo diría que es una historia de amor con fantasmas.
Edith, una escritora americana, influenciada por un encuentro paranormal en su infancia, busca publicar su novela. Ella tiene el problema de ser mujer en una momento histórico donde los prejuicios marcan la pauta, una época en vía a la industrialización, por lo que ni siquiera su padre, un hombre de buena posición, podría imponer sus deseos. Thomas Sharpe (Tom Hiddleston) y su bella hermana (Jessica Chastain), llegan de Europa buscando el apoyo económico para crear su industria de arcilla, llevando con él un prototipo que permitirá aumentar la producción. Sharpe se verá interesado en la novela de Edith, aunque ese interés se verá inclinado en poco tiempo a su autora a quien buscará conquistar en su estadía. Carter Cushing (Jim Beaver), padre de Edith, no confía en Sharpe y su hermana, por lo que los manda a investigar, obteniendo un resultado poco grato que lo impulsa a separar a como de lugar a su hija de aquel sujeto. A partir de ese momento la historia nos introducirá en un viaje de romance, misterio, intrigas y fantasmas, que se ocultan detrás de los hermanos y la sensible conexión paranormal de Edith.
Guillermo, con este trabajo, se muestra un poco más atrevido, saliendo más allá de lo convencional sin abandonar su estilo, con una fuerte influencia en Poe y Lovecraft. No se puede ignorar la belleza que esconde la historia, en ella nos encontraremos rodeados de diálogos inspiradores, reflexiones, un vestuario acorde, comportamientos y necesidades de la época, además de ese estilo visual, saturando los colores y marcando un contraste entre el frío y el calor, que dejan una sensación de misterio y fantasía. Del Toro, como de costumbre, no duda en resaltar los detalles, en darnos personajes llenos de emociones y misterios, en no ser excesivo en la intriga. No lucha por no ser predecible, deja que la historia fluya de forma lineal y coherente, con un pequeño salto temporal para mostrarnos a nuestra narradora, sin mayor misterio, llenándonos de magia y dolor. La tragedia será el componente definitivo en esta nueva pieza que presenta el mexicano.
Lo mejor
El vestuario, la casa de los Sharpe y la actuación de Tom Hiddleston y Jim Beaver, sin dejar atrás a Jéssica Chastain y a Mía Wasikowska. Los fantasmas, según palabras de Del Toro, fueron actores totalmente maquillados a los que se les agregó efectos especiales para darle la apariencia traslúcida.
Lo peor
La participación de Charlie Hunnam como el Dr. Alan McMichael, nuestro investigador característico, manteniendo esa influencia de Lovecraft, es muy efímera y fría.
La escena donde él hace una demostración de como puede captar "espíritus" con sus fotografías aporta muy poco a la trama, aunque al principio pareciera que fuese a tener algún uso futuro, podría quitarse y no generaría ningún cambio a la historia. Lo poco que dice de la personalidad del personaje en sus apariciones no se ve reforzado por esa escena.
Otro elemento, es la expectativa que generó en la audiencia, dando a pensar que se iría a ver una película de terror, cosa que termina confundiendo y hasta generando críticas negativas. Muchos no lograron entender que se trataba de otro tipo de historia, en que el romance y la tragedia tenían mayor peso que lo sobrenatural.
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