Por: Gabriela De Atouguia -

Shaun el cordero (o La oveja Shaun) es una serie británica, animada en stop motion que comenzó a emitirse a mediados del 2007. Y este año, los estudios Aardman Animations, decidieron convertir dicha serie en película. 

Probablemente ya hayan visto alguna película de los estudios Aardman, como Pollitos en fuga o Wallace y Gromit, y se han dado cuenta que sus animaciones son muy particulares puesto que utilizan la técnica del claymation (es decir, que fabrican sus personajes con plastilinas o materiales similares). 

Cuando fui a ver la película de Shaun el cordero, no sabía con lo que me iba a encontrar puesto que no soy seguidora de la serie, digamos que más que todo la vi porque la mayoría de las películas del estudio Aardman son buenas y además me gusta su estilo de animación. Y pues, me encontré con muchas sorpresas.

En primer lugar, algo que me sorprendió mucho es que la película es prácticamente muda. O al menos, ningún personaje (ni siquiera los humanos) utilizan algún lenguaje conocido. Es muy difícil encontrar una película así en estos días, sobre todo cuando se supone que se trata de una película infantil (algo muy arriesgado por parte de Aardman, debo decir); pero que, al final de cuentas, terminó siendo un recurso excelente. 

A pesar de no tener diálogos, es muy fácil comprender lo que está sucediendo (incluso para los niños), ya que los personajes se expresan muy bien. La película llega a ser muy graciosa y también ofrece diversas referencias que divertirán a los adultos.

La película nos cuenta la historia de Shaun, un cordero que se cansa de vivir su rutina en la granja e idea un plan para deshacerse unas cuantas horas del granjero y poder tomarse un "día libre". Pero las cosas no salen como Shaun las planea y el granjero termina perdido en la ciudad, por lo que Shaun y sus amigos deben ir a buscarlo. 

La verdad es que el guión es excelente, como dije anteriormente, es difícil llegar y divertir al público sin utilizar ningún tipo de diálogo. 

Otra cosa que me gustó de la película, es lo increíblemente detallado que está todo, desde los personajes hasta los escenarios. Cada botón, cada hoja y cada cabello, todo parece estar en el lugar correcto.

La estética es muy similar a la de otras películas del estudio, sin embargo se notan algunos avances en cuanto a la animación, que es mucho más fluida y ya no tiene tanto que envidiarle a Laika (Coraline, Boxtrolls, etc).

En mi opinión es una muy buena película animada, que vale la pena ver. Y además, también es una muy buena opción para aquellos que tengan niños en casa.





Con todo lo que me gustan las películas en stop motion, no podía terminar esta entrada sin dejarles algunas imágenes "detrás de cámaras", creo que tal vez puedan parecerles tan fascinantes como a mi.