La historia gira en torno a como se conocieron el agente de la CIA Napoleón Solo (Henry Cavill) y el agente de la KGB Illya Kuryakin (Armie Hammer) en plena Guerra Fría; si, uno es estadounidense y el otro es ruso.

Dichos agentes, deben dejar a un lado su rivalidad para embarcar una misión conjunta con el fin de detener a una organización criminal que se ha propuesto desestabilizar al mundo a través de la creación de armas y tecnología nuclear. Para ello, deben proteger y aliarse con la hija de un científico alemán desaparecido misteriosamente; ya que solo con la ayuda de Gaby (Alicia Vikander) tendrían oportunidad de evitar tal catástrofe. 

Algo que me gustó mucho y que realmente no esperaba, es que el antagonista principal y mente de toda la organización criminal es una glamurosa mujer llamada Victoria (Elizabeth Debicki). Además, la película tiene unos cuantos giros sorpresa que hacen que la película no sea tan predecible como aparenta. 

Honestamente, la película me gustó bastante (mucho más de lo que esperaba).

La trama tiene varios toques de humor al mejor estilo de Guy Ritchie y a pesar de esto en ningún momento pierde seriedad. Por otro lado, las actuaciones son bastante buenas y aunque no cuenta con grandes escenas de acción, hay unas cuantas persecuciones que valen la pena. 

Personalmente, amé la dirección de arte del film, tanto los vestuarios como los escenarios y la paleta de colores me parecieron que fueron muy acertados.

Creo que esta es una película que, definitivamente, disfrutaría cualquier persona a la que le gusten las películas de agentes secretos o espías.