La luz entre los océanos (The Light Between Oceans)

Por: Kevin Leanivis -

El amor y la necesidad van muchas veces de la mano. Son impulsos que nos hacen cometer locuras de cualquier tipo, en donde nuestro cerebro debe mantenernos serenos.

La paternidad se encuentra en cada uno de nosotros en diferentes niveles, desde menor a mayor, y puede influir en gran magnitud en nuestra vida y destino, como le sucede a Thomas Sherbourne (Michael Fassbender) y a Isabel Graysmark (Alicia Vikander), una pareja cuya paternidad es de suma importancia para el desarrollo de la película.

El film es un drama romántico, basado en el bestseller honónimo de M. L. Stedman, que deja un bonito mensaje final. Este comienza con la llegada de Thomas, un héroe de guerra, a una ciudad de Australia para ser quien cuide un faro en una isla cercana durante el año 1918, post Primera Guerra Mundial. Mientras aprende de sus labores, conoce a Isabel, con quien cruza miradas varias veces antes de irse a su labor por 3 meses y volver para darse cuenta que el interés en la joven aún sigue presente y es ella quien toma la delantera para que estos tengan su primera cita. En el tiempo que Thomas estuvo solo, se percata que se siente vivo al lado de Isabel y decide casarse con ella para estar los dos juntos en la solitaria isla.

Estos buscan tener hijos durante todo el tiempo de amor incondicional que se entregaron, pero surgen problemas hasta que la llegada de un bote con un hombre muerto y una bebé llorando, la cual llaman Lucy; les cambia la vida para siempre, para bien y con algunos contratiempos.


En la cinta hay una co-protagonista que es Hannah Roennfeldt (Rachel Weisz), hija del hombre más adinerado de la ciudad, quien juega un papel importante que seguro algunos ya deben ir pensando pero, me reservaré su papel en la historia para no generar spoilers.

El título de la película "La luz entre los océanos",  hace referencia al faro de la isla y que este se encuentra de frente con dos océanos que si bien no mencionan, por la geografía de Australia se puede deducir que son el Océano Índico y el Océano Pacífico.

La película dirigida por Derek Cianfrance, posee un muy buen guion, que toca los sentimientos de todos de diferentes maneras con cada momento alegre y triste del mismo.

Visualmente posee buenas tomas que generan una atmósfera de tranquilidad, tempestad y desconcierto; junto a su banda sonora que cumple en todo momento, durante las 2 horas con 13 minutos que dura la película.

Michael Fassbender vuelve a dar una interpretación sumamente buena, que si bien es sencilla, el sentimiento observado se ve realista, de un hombre que se ha vuelto un tanto seco y de poco hablar que consigue enamorarse. Alicia Vikander hace lo suyo siendo pura energía, alegre y totalmente llena de vida, quien sufre cuando la suerte no le sonríe.

El vestuario es agradable a la vista y sus escenarios te desvelan por completo dándote esa sensación de paz que muchos buscan y pocos encuentran, contrastando con la banda sonora.

Seas o no sentimental con este tipo de películas, debes ir a verla para recibir el mensaje que buscan transmitirte al final de esta. Ve con tu pareja, tus amigos, familia o con quien desees y disfruta de esta conmovedora historia.


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