Silence



Por: G. J. Jiménez -
@GJjimenezG
«Solo en el silencio escuché tu voz»

Durante el 2016 hubo muchas películas que destacaron por renombre en medio del veloz pasar del tiempo en las redes sociales. En aquel bullicio de información, «Silence» dirigida por el afamado director Martin Scorsese, no tuvo la atención que merecía, tal vez por tratar sobre el catolicismo, o por no haber tenido una campaña tan aguerrida como otros filmes. 

«Silence» inició su camino a la gran pantalla en el año 2009 pero por diferentes motivos, fue aplazada hasta que Scorsese logró retomarla. Lo que parecía imposible logró retomar camino en el 2014, para cobrar vida a finales de 2016. Esta es una adaptación homónima de la novela de Shuzaku Endo

En la búsqueda de Ferreira

Dos sacerdotes portugueses emprenden un viaje al Japón en la búsqueda del padre Ferreira, su mentor; de quien se rumorea, abjuró y ahora tiene una familia en Japón. Todo esto ocurre durante el siglo XVII, una época en la que en Japón era habitual la crueldad en contra de los cristianos.

Andrew Garfield (Spiderman) llevará el papel principal como el padre Rodrigues, y aunque al principio será complicado habituarlo tras la sotana, poco a poco convence con su interpretación.

El acompañante de Rodrigues es el padre Garupe, interpretado paradójicamente por el heredero de Darth Vader, Adam Driver. Un hombre de gran convicción que enfrentará a las difíciles pruebas que le impondrá la tierra nipona. 

No menos importante y posiblemente una de las razones que atraparía la atención de muchos, es la participación de Liam Neeson, como el padre Ferreira; quien se ha destacado por sus papeles como Ra's al Ghul, así como su trabajo en Taken. De seguro no dudaron en usar su imagen para promocionar el film aunque en él tenga escasa participación. 

El tema de las grandes faltas de la iglesia a su fe se ha tratado de muchas formas, pero en esta historia tiene un matiz menos victimario. Nos muestra como los cristianos japoneses tenían que rezar bajo tierra, escondidos del poder de Inoue quien los castiga y los obliga a abjurar. El terror los persigue pero también alimenta su fe, con cada mártir que el tirano va dejando a su paso. 

Los sacerdotes tendrán que vivir el sufrimiento de los creyentes de aquella región para poder practicar sus creencias. El padre Rodrigues será el más afectado quien llegará a ser presionado para abjurar a su religión y así poder salvar las vidas de sus seguidores.

En honor a los cristianos

Al culminar el film se expresa que este fue hecho en honor a los cristianos japoneses que vivieron aquellas torturas. Es importante resaltar que cada escena de la película está muy bien lograda y tiene un gran nivel estético, de vestuario y actuaciones a la altura. No por nada, fue nominada al Oscar en mejor fotografía y ganó el  «Mejor diseño de vestuario» de los premios Capri de Hollywood

El reparto y quienes formaron parte de esta producción también nos hace ver que no se trata de cualquier film, si con Scorsese no era suficiente, y hay que tomar en cuenta  un aspecto especial: la banda sonora.

La música, en principio sería compuesta por Howard Shore, pero entre tantos inconvenientes no se dio de esa forma. Sin embargo, es notable que el concepto musical quedó de lado, tomando en cuenta el título del film. La música suele mezclarse entre los cantos de los japoneses, religiosos o propios del Japón; y, por lo general, todo el fondo sonoro está en la naturaleza. 

El silencio, como se denomina la cinta, es parte fundamental de este film que deja otra obra para el cine. 


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