Lion es una película dramática australiano-estadounidense, basada en el libro A Long Way Home de Saroo Brierley, que se encuentra inspirado en su propia historia. 

Honestamente, no sabía que esperarme de esta película porque inicialmente no tenía ni idea de que se trataba de una historia real y muy reciente. 

El film, cuenta la vida de Saroo, un niño de 5 años proveniente de una familia muy pobre y que vivía en un pequeño pueblito de la India, que un día se pierde tras quedarse dormido en un tren que llega hasta Calcuta (a varios kilómetros de su hogar). Tras pasar meses en las calles, huyendo de malas personas y tratando de sobrevivir, es adoptado por una familia australiana que lo lleva hasta su país donde crece, recibe una buena educación y es amado. 

Una vez que Saroo es adulto, es convencido por unos amigos de tratar de rastrear a su familia biológica a través de Internet. Esto iniciará una búsqueda de varios años (ya que Saroo tiene vagos recuerdos de su infancia), a través de la herramienta Google Earth. Hasta que, finalmente, este logra dar con su pueblo natal. 

Sin duda alguna, el fuerte de este film es su historia, ya que es imposible no sentir tristeza por la situaciones por las que pasó el pequeño Saroo (y que son muy comunes en niños de la India). Aunque el centro de todo gira en torno a la relación materna (tanto con la madre adoptiva, como con la madre biológica). Además el guión es bastante bueno y logra mantener al espectador amarrado al filme de comienzo a final. 

Otro aspecto destacable son las actuaciones, siendo de mis favoritas la del pequeño Saroo interpretado por Sunny Pawar. Sin dejar atrás al resto del cast, que incluye a grandes figuras como Dev Patel (Saroo adulto), Rooney Mara (Lucy, pareja de Saroo), Nicole Kidman (Sue, madre adoptiva de Saroo) y David Wenham (John, padre adoptivo de Saroo).

En definitiva, Lion es una película muy emotiva e inspiradora que vale la pena ver.