Tanto Howard como Emmett, afirman que en el mundo exterior hay algo tóxico debido a los ataques y que ninguno de los tres debe salir del búnker; pero Michelle no llega a estar muy convencida de eso y busca (unas cuantas veces) la manera de escapar. Además, a lo largo de la película, esta irá descubriendo una serie de cosas dentro de las instalaciones del búnker que la harán dudar de las verdaderas intenciones de Howard.

En pocas palabras, casi todas las acciones del film ocurren dentro del búnker y entorno a estos tres personajes. Incluso, el espectador llega a dudar si realmente hay algo afuera o si todo es un engaño orquestado por Howard. 

Uno de los mejores aspectos de este film fueron las actuaciones, en especial la de John Goodman, quien hizo un trabajo excelente con su personaje. 

El soundtrack, compuesto por Bear McCreary, también fue otro punto positivo pues lograba darle la suficiente tensión a las escenas necesarias, algo que es sumamente importante cuando se trata de un film de horror o suspenso.

Personalmente, me gustó bastante como fue hecha la fotografía del film. Muchas tomas tenían encuadres super interesantes y además me pareció muy buena la selección de la paleta de colores.