Iron Man: La edad del hierro, es una novela gráfica escrita por Kurt Busiek e ilustrada por Patrick Zircher, que nos cuenta los inicios del millonario Tony Stark como Iron Man y como empresario. 

Esta novela gráfica está dividida en dos partes, que  prácticamente son de lectura obligatoria para todos aquellos que quieran iniciarse en el mundo de los cómics de Marvel.  Está construida a partir de acontecimientos narrados anteriormente en la "época dorada" (como la muerte de los padres de Tony), pero de manera más completa (ya que se le da un mejor sentido al por qué Tony se comporta tal y como lo hace) y con un estilo bastante retro. Digamos que de cierta forma es comparable a "Año Uno" de Batman.

La primera parte es narrada por Pepper Potts, una empleada de Industrias Stark, que se termina convirtiendo en la secretaria personal de Tony gracias a su intelecto.

Pepper, nos cuenta desde su perspectiva como el excéntrico joven Stark pierde a su familia luego de un misterioso accidente, se ve obligado a tomar las riendas de la empresa de su padre y el cambio que este tiene luego de haber sido secuestrado por unos terroristas y tras la curiosa aparición de Iron Man. 

Esta primera parte, seguro les recordará mucho a la primera película de Iron Man (2008) claro que con algunas diferencias.

Aquí es donde vemos por primera vez la armadura de Iron Man, que en un principio se supone que es de oro y que además es un poco más rústica. 

La segunda parte, es un poco más larga y es contada desde la perspectiva de Happy Hogan, un ex-luchador que se termina convirtiendo en chofer personal de Tony Stark.  

Aquí se nos cuenta de una forma bastante sutil como el héroe va alcanzando popularidad y termina formando parte de la creación de los Avengers, mientras que un grupo de empresarios conspira contra Tony. 

Happy, que de forma muy inocente piensa que es contratado por Tony con la finalidad oculta de que este sea su guardaespaldas; se ve enrollado en una serie de acontecimientos entre los enemigos de Tony y el mismo Iron Man. 

También en esta parte se nos presenta la nueva armadura de Iron Man (que es mucho más similar a la que ya estamos acostumbrados), que llega justo a tiempo para la pelea final. 

Personalmente yo nunca he sido muy fanática de los personajes de Marvel, pero debo admitir que esta novela gráfica en particular me pareció bastante buena. Es muy seria, tiene muy buen guión y las ilustraciones son maravillosas, ya que mantienen vivo el espíritu retro de los cómics de antaño.