Por: G. J. Jiménez -
@GJjimenezG

En los últimos años Ben Affleck ha participado en varias películas con muy buenos resultados, como Gone Girl; y algunas polémicas como BvS. Lo más interesante es que no ha sido encasillado a un género o personaje, pues el joven que participó en el film de Kevin Smith, Chasing Amy, ahora es más que una estrella de cine, ya que también ha figurado como director. Su pasada por Bruce Wayne le dejó una contextura física mucho mayor, lo que le permite incursionar en personajes y cintas donde requiere más esfuerzo y notoriedad. Ese antecedente, hace pensar que lo que se va a ver tiene que ser mucho más que una película de acción con sus toques de drama cliché ; y es así.

Christian Wolff (Affleck) nació con lo que para muchos sería una deficiencia: es autista. Sin embargo, desde muy joven, mostró cualidades muy superiores a los demás. Con el tiempo se transformará en un contador con habilidades increíbles, quien trabajará para personalidades de reputación cuestionada y sobrevivirá al proceso. Lleva una vida solitaria y obsesivamente ordenada, hasta que un día es llamado para realizar un trabajo de una compañía que se encarga de hacer prótesis robóticas. Ahí debe revisar una fuga de dinero en los últimos 15 años.


En ello conocerá a Dana Cummings, la persona que ubicó el error y que es interpretada por Anna Kendrick.  

Por otro lado tendremos a Cynthia Addai-Robbinson, a quien ya reconocerán por su participación como Amanda Weller en Arrow, y que esta vez hará el papel de una analista del tesoro que será captada por Ray King, interpretado por el genial actor J.K. Simmons  (Whiplash) y seguirá la pista del extraño Lou Carroll, nombre relacionado con el ya nombrado protagonista.

John Bernthal (Punisher en Daredevil o Shane en TWD) dará vida a la contraparte de Christian Wolff en esta emocionante obra, un habilidoso mercenario llamado Braxton. 

El trabajo técnico es, definitivamente, muy bueno y el resultado es de gran calidad. Excelente fotografía, un guión sin pérdidas, actuaciones realmente llamativas como la de J.K. Simmons, un Ben Affleck en un papel bastante ajustado a él (el personaje carece de expresiones, lo que vuelve una de las, consideradas, debilidades de Ben en un acierto y fortaleza).

Ya el tráiler daba a entender que se trataba de un trabajo de trascendencia y al estar ahí, siendo testigo de esta pieza audiovisual, puedo dar fe que estamos hablando de un gran aporte al género. Hay que agradecer a Bill Dubuque (guionista) y a Gavin O'Connor (director) por este gran trabajo.