¿En qué falla BATMAN V SUPERMAN?: Breve análisis del universo cinematográfico de DC Comics

Por: Carlos Padilla -

ATENCIÓN: Este texto contiene spoilers de películas de Marvel y DC hasta junio de 2016.

Dios contra el hombre; día contra noche”. Esta dicotomía siempre latente en la ficción es lo que prometía desarrollar la esperada película de Warner Bros.BATMAN V SUPERMAN” (2016), film que por fin abre las puertas al universo cinematográfico de DC Comics. Con “MAN OF STEEL” (2013) como suelo, DC inicia su viaje, tanteando los terrenos en los que Marvel Studios ya tiene un largo camino recorrido.

BVS pretende presentar el punto de partida de una historia que parece larga, interesada en dejar claro a sus espectadores de qué va su universo, cómo se verá, qué pasará y, sobre todo, quiénes participarán. Pero ¿Realmente logró DC presentar un universo tan agradable, o, en tal caso, tan argumentalmente sostenido como el de sus competidores?

Si bien Marvel Studios se ha caracterizado por sus películas familiares y cómodas, con personajes accesibles, repetidos y coloridos, es precisamente este compendio de detalles el garante de su éxito y lo que permite una continuidad clara en sus historias. Presentan personajes simples, con ideales, tendencias y características plenamente establecidas, y los introducen en problemas poco más trabajados, fundamento para historias predecibles, pero profundamente amenas. Por otro lado, DC ha intentado centrar sus películas en el desarrollo específico de personajes, trabajo que logró gratamente Christopher Nolan en la trilogía de THE DARK KNIGHT (2005-2012). Debido a tal éxito, parece que DC ha decidido seguir esta línea creativa, una de personajes y ambientes más oscuros, profundos y trabajados, en los que la personalidad de sus héroes se moldea continuamente con cada acción, cada problema y cada palabra.


Es así como surge MAN OF STEEL, con un guion de manos del mismo quien le había dado un nuevo respiro a Batman en el cine. Christopher Nolan opta por presentar a un Superman en blanco, un reinicio para lo que era el Hombre de Acero en el imaginario colectivo, y le permite construirse a lo largo del film. Un Clark Kent que al principio camina perdido, sin conocerse, y que, al final, desemboca en un nuevo Superman ya establecido: increíblemente fuerte, pero poco sabio; con un gran sentido del honor, pero no de la responsabilidad; bondadoso, pero dispuesto a hacer lo que haga falta para acabar con el problema que le acontezca.


Ahora bien, en BVS, Zack Snyder se da la difícil tarea de tomar lo que ya ha sido planteado en MAN OF STEEL y hacer una película mucho más grande, pero en secuencia inmediata. Esto ocasiona que sea sumamente necesario conocer de antemano al Superman de este universo, haciendo que, más que una película incapaz de ser auto conclusiva y circular (pues su inicio se dio en otra película y su final se plantea para otras), BVS no pueda ponerse de pie por sí sola. No basta el desarrollo de los sucesos al principio del film (el recuento de lo ocurrido en MAN OF STEEL), porque hay un personaje que es fundamental, y que, para quien no haya visto la entrega anterior, oscila entre no cumplir con las expectativas de una personalidad canonizada por casi ochenta años de tradición, y ser un completo desconocido. BVS podría, tranquila y preferiblemente, ser MAN OF STEEL 2, pues logra comportarse solo como secuela y no como una película más de universo compartido, fallando así en sus aspiraciones de ser una entrega temprana de JUSTICE LEAGUE, como fue presentada tanto a nivel de historia como de marketing, cuya producción necesita no de una sola película previa, sino de un universo que ya haya sido establecido, como bien lo ha sabido hacer Marvel Studios.


BVS intentó hacer ella sola lo que Marvel logró con los standalone de Iron Man, Captain America y Thor, para posteriormente desembocar en la joya narrativa para el género de súper héroes que fue THE AVENGERS (2012), y si bien en esta última se introduce de nuevo a Hulk, un personaje que había quedado un poco relegado del MCU, no intenta lo que BVS, es decir, tomar a uno ya listo, introducir (e intentar desarrollar) tres, y sembrar tres más.

La película no solo se siente como un enlatado, demasiado para tan poco, sino que, en su afán de permanecer fieles a su estilo narrativo, el desarrollo de los personajes cobra más importancia que la historia en la que están inmiscuidos, dejándonos tanto una historia deficiente (por no decir que mala), como personajes hechos a los trancazos, sin motivaciones claras, cuyas acciones tienen que aceptarse “porque sí”.

Después de la larga espera, los espectadores se quedaron con un mundo en el que temen a sus héroes, pero se rehúsan a hacer algo al respecto (no aprobar el traslado de la Kriptonita a Lex, por ejemplo); un Superman que quiere cuidar a la humanidad (o a Lois Lane. Incluso matando a sus enemigos, como a Zod, y destruyendo todo a su paso, sin que importe), pero que odia a un Batman que hace exactamente lo mismo que él, aunque en una escala mucho menor (tortura ladrones, asesinos y traficantes de personas; todo un malvado); un Batman que trabaja desde la ilegalidad pero que a su vez reprocha la de Superman, guardándole un profundo odio del que luego se olvida porque sus madres comparten nombre (la madre humana de un alienígena indetenible), para luego hacerse mejores amigos y dejar tirada, en cualquier calle de Gotham y al agarre de cualquiera, el arma definitiva para acabarle, hecha de un material extraterrestre imposible de obtener; un Lex Luthor con el que pretenden imitar al Joker de TDK (después de todo, fue un buen personaje), que, lógicamente, toma toda acción necesaria para acabar con la inminente amenaza que presenta un monstruo imparable como Superman, así eso requiera crear otro monstruo imparable, más fuerte que el kryptoniano, y que luego sería imposible de controlar; y una Wonder Woman que buscaba una foto que probaba que era Wonder Woman (hey, para dejarte en claro que ella era Wonder Woman), y que Bruce Wayne pudo sacar en un flash drive.


Dios contra el hombre; día contra noche”, y sólo hubo puñetazos porque sí, nadie fue Dios ni hombre, nadie fue día ni noche; pero, eso sí, siempre fue de noche. En definitiva, BVS parece ser una película pobremente pensada, hecha únicamente para intentar alcanzar una competencia en la que tampoco llevan mucha ventaja, por lo que DC no puede darse el lujo de seguir haciendo las cosas mal.


Sólo queda esperar que las siguientes entregas concernientes al DCU no intenten forzar su camino hacia la cima, que sean más inteligentes a la hora de establecer prioridades narrativas y que se tomen el tiempo para saber qué quieren hacer, pues, después de esperar un encuentro de ideales y la construcción de un buen argumento para el universo, los espectadores sólo recibieron buenos efectos especiales y una gran cantidad de lo que Internet llama fanservice.

1 comentarios :

BvS ni siquiera cuenta como "película": las transiciones están mal hechas, con líneas de trama sin ninguna relevancia y una resolución "Deux Ex Machina" en la que se resuelve el conflicto central (Batman vs Superman, recuerdan?) con algo totalmente salido de la nada.

Tampoco ayuda que la película sean minutos enteros de poses de sufrimiento y de diálogo absurdo.

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