Stitches: Una infancia muda

Por: Daniel Villamor -

"Stitches es uno de los libros más impresionantes que he leído en mucho tiempo. David Small ha elevado el arte de la novela gráfica y la ha llevado a un plano creativo superior."

Stan Lee, co-creador de Spider-Man.

Hace aproximadamente un año, publiqué una reseña sobre la novela gráfica de Marjane Satrapi, Persépolis, la cual pertenece al género autobiográfico, y hace crítica al régimen fundamentalista islámico. Antes de esta, dentro del término novela gráfica, para mí, solo se acuñaban historias como Spider-Man: Reign o Batman: The Killing Joke, es decir: historias de superhéroes con temáticas un poco más fuertes.

Sin embargo, aunque Persépolis haya cambiado mi perspectiva de este medio y me haya introducido a muchas otras grandes obras, no logra entrar dentro de mis favoritas, ya sea porque la trama no me es demasiado llamativa, o porque me resulta difícil simpatizar por un personaje oriundo de los países arábigos y perteneciente a una cultura ajena a la mía, que además presenta problemas con los que no puedo relacionarme. Cosa que sí me resulto fácil y hasta intuitivo al leer Stitches, novela autobiográfica de David Small publicada el 2010.

Aunque por el diseño de su portada pensé que sería una versión norteamericana de Los viajes de Miguel Vicente, pata caliente (sin intención de menospreciar a su autor, Orlando Araujo); en cuanto abrí el libro no pude despegarme de él hasta terminarlo, sumergiéndome inconscientemente en su mundo y proyectándome en su protagonista.

Apenas al comenzar, el estilo de dibujo en blanco y negro me llamó la atención, y me atrajo mucho su texto inicial, el cual se asemeja a la fórmula frase-tema descrita por Stephen King en su manual de estilo, Mientras escribo


En esta novela gráfica, David Small nos relata etapas puntuales de su vida, en las cuales atraviesa una serie de acaecimientos que desatarían traumas infantiles durante su adolescencia y que lo llevarían a las instancias de recibir asistencia psiquiátrica. A diferencia de las historias típicas en las que la madre es prostituta y el padre, o esta ausente o es un alcohólico agresivo; David, nace en un hogar aparentemente funcional con una madre ama de casa,  un padre radiólogo y un hermano apenas unos años mayor que él. Aunque esto pueda parecer el sueño americano, como es de esperarse, todas las familias tienen problemas, y lo realmente interesante es ver cómo el autor nos ofrece sus memorias desde del punto de vista de un infante que pierde la voz a los 14 años como resultado de una operación.

El reparto de personajes se limita a su núcleo familiar y a su psiquiatra, haciendo apenas pequeñas menciones al ámbito escolar y a unos pocos amigos de su juventud. Los diálogos y las acciones, al estar apegadas a los eventos de la vida real, resultan totalmente lógicos y conexos los unos con los otros, ofreciendo giros argumentales y un desarrollo esplendido carente de fallos argumentales.

El estilo de dibujo es bastante estilizado con sus personajes y descuidado con los escenarios y objetos (tal como el que podemos ver en la ya mencionada Spider-Man: Reign), y detalla de manera precisa la visión extraña y cruda que tiene el protagonista de los demás personajes y del entorno en el que se desenvuelve. También, como ya mencioné, está impreso en blanco y negro a su totalidad, cosa que se suma a la intensidad de algunas imágenes surrealistas y distorsionadas que reflejan el estado mental de nuestro protagonista en relación a su alrededor.

Para mi gusto, el cual es de cosas más dramáticas y desgarradoras como Requiem For A Dream, el final resulto un poco flojo tanto en contenido como en ritmo, llegando a parecer una aproximación vertiginosa hacia un final; aunque grandioso, forzado a ser conmovedor. Sin embargo, siento que esto no la hace menos recomendable, ni le resta valor.


0 comentarios :

Publicar un comentario