La primera temporada de la serie de Netflix, Marvel Daredevil excedió las expectativas, incluso a los seguidores del popular Marvel Cinematic Universe (MCU). Al igual que Jessica Jones, Daredevil nos muestra el lado más oscuro, serio y violento de dicho universo, y también toma riesgos en cuanto a los temas que se tratan a lo largo de cada historia.

Matt Murdock, Karen Page y Foggy Nelson regresan con mucha más acción "de abogados", siendo estos dos últimos más importantes para la trama que en la primera temporada. Tanto Karen como Foggy van cobrando mucho más protagonismo, detalle que no hace felices a todo los fans pero sigue siendo una decisión coherente para un mundo donde el héroe titular lleva una doble vida, siendo abogado de día y vigilante de noche.

La relación entre los tres protagonistas, por supuesto, va a expandirse. Foggy tiene clara la vida que desea llevar Matt y sin embargo, esa amistad llega a sentirse más como un obstáculo para el Diablo de Hell's Kitchen. Karen, por otra parte, sin saber la verdadera identidad de Daredevil, desarrolla una relación amorosa con Matt Murdock, pero que también vendrá a traer dificultades para nuestro héroe. Estos temas, aunque suenen trillados para el género de superhéroes, se sienten coherentes y poco repetitivos.

Por supuesto, esta temporada prometía presentar dos personajes nuevos: Frank Castle, AKA el Punisher (Jon Bernthal) y Elektra Natchios (Eloide Yung).

Frank Castle es presentado como el Punisher desde el primer capítulo; además, teniendo un emocionante encontronazo con Daredevil, donde Punisher parece ser más victorioso. Esto está bien justificado, ya que Castle es un marine élite de los Estados Unidos, aparentemente muy bien entrenado.

La actuación de Jon Bernthal como el Punisher es increíble. Esta encarnación difiere mucho de las versiones de Dolph Lundgren, Thomas Jane y Ray Stevenson. Aquí, Punisher es mucho más serio, violento y con rasgos que lo hacen parecer un verdadero desquiciado. Por otra parte, las escenas de acción que involucran a Frank Castle no se sienten tan absurdas como en las películas anteriores. Esta vez si parece un militar entrenado y con coreografías mucho más realistas y menos del cómic. Esto no es necesariamente malo, ya que todos podemos recordar lo absurdo que fue el Punisher guindado de una lámpara mientras giraba y disparaba un par de ametralladoras.

Por otra parte el pasado del Punisher es explorado, sin mostrar realmente demasiado, lo que abre la posibilidad de que el trágico día que cambió a Frank Castle se muestre en su propia serie, si es que llegase a existir.

Elektra Natchios, a diferencia de Castle, aparece un poco más adelante en la serie. Eloide Yung nos presenta una Elektra sexy, letal y muy carismática. Su pasado, así como su previa relación con Matt Murdock se muestra a través de los típicos flashbacks que arroja la serie. Esta pareja fue bien desarrollada y hubo escenas que parecían sacadas directamente del cómic de Frank Miller, The Man Without Fear, como una que involucra cierto auto deportivo, por ejemplo.

El dúo de Elektra y Daredevil es muy bueno en pantalla. Las coreografías de artes marciales son de alto calibre en esta serie, dejando muy atrás a Arrow. Eso, combinado con los juegos de cámara y efectos de sonido hace que Daredevil sea comparable con películas de Hollywood de alto presupuesto.

Daredevil cuenta con las apariciones sorpresa de algunos personajes que ya conocemos, así como también cuenta con numerosas referencias a Jessica Jones y el MCU en general. Será interesante ver cómo se las arreglarán para combinar a los Defenders en pantalla.

Para finalizar, Daredevil temporada 2, tiene un 10/10 para mí. Es una lástima que no habrá una tercera temporada sino hasta después de Defenders, o al menos es lo que se sabe hasta los momentos. No soy especialmente fanático de los "team-ups", en especial con un tono tan serio establecido para el universo de las series de Marvel. Independientemente de esto, Daredevil no tiene pérdida alguna y nos deja con ganas de ver lo que viene.