La segunda temporada de The Strain se vino a más con respecto a la primera. Acción, tensión, emociones desbordadas; no se podía esperar menos. La adaptación de la trilogía de Del Toro y Chuck Hogan se ha transformado en mucho más que un experimento vampiresco: ciencia y misticismo en un solo plato funcionando a la perfección.

En el artículo sobre la primera temporada hablé de la buena construcción de cada personaje, los elementos clichés usados en la historia y como, sin mucho riesgo, en esta segunda entrega se logra mantener, e incluso mejorar, su forma agregando nuevos ingredientes. Eph Goodweather y Nora Martínez inician la búsqueda de la creación de un arma biológica que pueda acabar con los Strigoi; Abraham Setrakian, en compañía de Vasily, mueve cielo y tierra para conseguir el Lumen, un libro que podría tener la forma de acabar con "El Amo". Ducth, la hacker, entrará en conflicto por su anterior pareja y Vasily; el nuevo cazador, Elizalde, liberará a antiguos compañeros de cárcel para que lo apoyen contra "El Amo". Palmer, ahora revitalizado, descubrirá el amor en una joven y hermosa chica, lo que interferirá en los planes del "Amo".

Los capítulos vienen con más emociones que en la temporada anterior, arriesgándose a separarse, en esta oportunidad, aún más de la novela. El Occido Lumen, libro que busca con ansiedad, Setrakian, es una representación clara del Necronomicón de Lovecraft: "...Dicen que quienes lo han leído han enloquecido y muerto" son las palabras que emite el judío sobre él, recordando al famoso libro de los muertos. El pasado del Alemán, Eichorst, nos muestra un poco más de su personalidad, el origen del monstruo, además de una de las mejores actuaciones de la serie hasta ahora: muestra su siniestra sonrisa mientras ve ahorcada a la mujer que amaba para mantener su posición dentro de la Alemania de Hitler. Cabe destacar la exactitud con que se toca el tema histórico que se vivía: una Alemania hundida y humillada, el resentimiento hacia los banqueros judíos y su poder económico, lo que creará seres como Eichorst. El pequeño Zack será acechado por su, ahora transformada, madre y su tropa elite de niños-Strigoi.

Otro caso es el de la aparición del "Nacido" o Quinlan, uno de "ellos" que puede caminar bajo el sol y es considerado un híbrido. Él está decidido a exterminar al "Amo" sin importar el precio, por lo que se encargará de ayudar a encontrar el Lumen y de enfrentar a un Eichorst, siempre escurridizo y despiadado.

Trece episodios llenos de emoción llegarán a un final inesperado en el que habrá que despedir a la hermosa SPOILER, cambiando la historia de la novela y dejando un cierre épico a la temporada. 

Lo malo

La mayoría de los enfrentamientos importantes resultan pobres, sin mucha acción. El efecto de celeridad en el "Amo" o en Quinlan no termina siendo aprovechado del todo en los encuentros. Series de menor categoría—sí, de menor categoría— como True Blood, TVD y The Originals han aprovechado más ese poder, dejando, en este caso, con ganas de ver una batalla inolvidable contra seres sobrenaturales.  

Lo mejor

La actuación de Richard Sammel (Eichhorst), quien cobra mayor protagonismo en esta temporada.