Por: Gabriela De Atouguia -
Si han ido a cualquier sala de cine del país últimamente, es muy probable que se hayan dado cuenta que antes de iniciar la película están proyectando cortometrajes venezolanos (iniciativa que realmente, en principio, no está para nada mal).
Hasta ahora, he tenido la oportunidad de visualizar dos de estos cortometrajes... Personalmente, ninguno de los dos fue 100% de mi agrado, por diversos motivos que van desde la selección de la temática hasta el montaje del mismo. Sin embargo, en el mundo existen muchos puntos de vista y gustos distintos, así que no todos tienen que pensar igual que yo; pero igual creo que la mayor parte del tiempo las críticas nos ayudan a mejorar y todos sabemos que esa es una de las cosas que le falta al cine venezolano en general, escuchar al público.
Dicho esto, quisiera hablarles acerca de uno de los cortos que vi, especialmente porque se trataba de un cortometraje animado y pues, precisamente, la animación es uno de los temas que más domino. Este corto se llama Galus Galus y trata sobre un indigente que se hace muy buen amigo de un gallo.
Por un lado, me gustó ver por primera vez un cortometraje animado venezolano (no publicitario) en pantalla grande, pues no es ningún secreto que en Venezuela la industria de la animación apenas está comenzando a surgir muy tímidamente. Pero, como mencioné hace rato, sentí que dejó mucho que desear (a pesar que ha ganado varios premios y participado en distintos festivales internacionales).
La verdad, no soy muy fanática de la estética de mixed media que utilizaron, en mi opinión esta técnica hay que usarla con mucho cuidado porque la mayor parte del tiempo hace que el espacio se vea sobrecargado. Aunque, si hubo algunos retoques fotográficos que me gustaron como escenografía, la mayor parte del tiempo sentí que me hacían ruido. Además, que la animación como tal me pareció un poco tosca y se notaba muchísimo que fue elaborada con un software tipo Flash.
Pero dejando a un lado la parte estética, la cual es una opinión muy subjetiva mía; creo que el mayor problema fue que a muchos de los espectadores (según noté en la expresión de la gente, además de sus comentarios) e incluso a mi, se nos hizo muy pesada y lenta la forma en la que se desarrolla la trama. La idea no está mal, igual que me parece algo positivo que se hayan inclinado hacia el tema de la defensa a los animales; pero creo que no estuvo del todo bien ejecutada, quizás dejando a un lado algunos chistes requemados y eliminando algunas escenas innecesarias, el ritmo pudiera ser más dinámico.
Dentro de todo, me gustaría que en el futuro siguieran proyectándose en las salas de cine del país proyectos animados y que cada vez logren ser mejores... Y quien sabe, quizás algún día aparezca alguno mío por ahí.